La medicina y la atención sanitaria ya están tan inmersas en las nuevas tecnologías digitales que debemos considerar lo que está sucediendo ahora. Términos como telemedicina, inteligencia artificial (IA) y salud abierta, que hace unos años podrían haber parecido algo de ciencia ficción, se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana.
El uso de la IA en la salud, específicamente, es un vasto campo por explorar. Puede mejorar todo, desde el tiempo que lleva producir y entregar diagnósticos hasta su precisión, como destaca el primer informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre aplicaciones de IA.
Un estudio realizado por el Centro Internacional de Investigaciones (CIPE) con el Centro Oncológico AC Camargo de São Paulo da fe clara del desempeño positivo de la IA en este ámbito. Los investigadores utilizaron IA para identificar modelos estadísticos capaces de predecir el cáncer de mama del subtipo HER2 en exploraciones por imágenes de 311 mujeres y la respuesta de las pacientes al tratamiento. Los resultados fueron altamente diagnósticos.
Además, la IA también puede ayudar a que la asignación de recursos sanitarios sea más eficiente y a respaldar tareas como la preparación para crisis de salud pública (por ejemplo, pandemias). A nivel individual, el uso de esta tecnología en dispositivos portátiles, como los relojes inteligentes, puede fomentar la adherencia de los pacientes a los tratamientos, ayudar a prevenir enfermedades y recopilar datos con mayor frecuencia.
Un informe de 2022 de la consultora Deloitte señala la tendencia de los fabricantes de relojes inteligentes a hacerlos capaces de controlar la presión arterial de manera más eficiente. Las pruebas periódicas pueden pasar por alto signos de hipertensión crónica, lo que requiere mediciones más frecuentes y precisas. El mercado para estos dispositivos, según la consultora, es enorme: alrededor de 1.300 millones de adultos en todo el mundo padecen hipertensión.
Teniendo en cuenta la IA generativa, ChatGPT ya se ha convertido en un nombre muy conocido. Y, según un informe del MIT Technology Review, la IA generativa podría tener un uso destacado no sólo en el desarrollo de medicamentos, sino que también podría ser un “poderoso asistente para el personal de primera línea”.
Debido a su capacidad para transmitir lenguaje no técnico y transcribir y resumir notas médicas, los investigadores creen que los chatbots de IA podrán responder preguntas médicas y ofrecer un contacto más fluido a consumidores y pacientes.
Infraestructura y regulación
Los parlamentos de todo el mundo están discutiendo legislación para la Inteligencia Artificial. El Informe del Índice de IA 2023, una encuesta de la Universidad de Stanford en Estados Unidos mostró que las menciones a la IA aumentaron 6,5 veces en los procesos legislativos de 81 países.
En general, para que los avances en la aplicación de las tecnologías digitales, y de la IA en particular, se conviertan en herramientas efectivas en la prestación de servicios, hay muchas discusiones que profundizar durante el próximo año. Estos van desde la infraestructura necesaria hasta su regulación legal.
Como muchos países, Brasil ha realizado cambios e introducido innovaciones en la legislación existente. Una ley de 2020 autorizó el uso de la telemedicina durante la pandemia. La autorización surgió como medida de emergencia para hacer frente a la crisis sanitaria mundial de la COVID-19 que, a finales de 2023, había registrado más de 770 millones de casos.
Con este modelo, el financiamiento de la salud en el sector público ganó en eficiencia, ampliando la atención médica a través de la telemedicina (el 70% de los pacientes que utilizan la telemedicina repiten la experiencia dentro de los 60 días); incluso para el sector privado ofrecería ahorros de costos.
La misma legislación se adaptó en 2022 para cubrir la telesalud. La ley original se aplicaba únicamente a los médicos: para hacer frente a la necesidad de mantener el distanciamiento social, las consultas debían virtualizarse. La versión ampliada de 2022 amplió el derecho a utilizar la prestación remota de servicios a través de tecnologías de la información y las comunicaciones a todas las profesiones de la salud.
Anteriormente se aprobó la Ley de Historia Médica Digital, que regula la digitalización y uso de sistemas informáticos para la custodia, almacenamiento y manejo de las historias clínicas de los pacientes, permitiendo a las entidades de salud sustituir las historias clínicas físicas por electrónicas, garantizando la inviolabilidad de los registros y la confidencialidad de información.
Ahora, con la expansión de la IA y la llegada de la salud abierta (el concepto de integración digital de todos los extremos relevantes de un ecosistema de atención médica), se enfatiza la necesidad de revisar las leyes existentes. Al fin y al cabo, se trata de un enfoque capaz de poner a disposición de los médicos y profesionales de la salud el historial, los registros médicos, las recetas, las pruebas y cualquier otra información médica relevante de un paciente de forma organizada y accesible en un único sistema.
Estos son ejemplos de ajustes que buscan adaptar innovaciones digitales ya incorporadas a la rutina, desde servicios financieros hasta procedimientos legales, en el sector de la salud.
Expandiendo Internet
Todavía tenemos la tarea por delante de promover la expansión del acceso a Internet para que más personas puedan beneficiarse de los recursos digitales en la salud y otras áreas.
La encuesta Hogares TIC 2023, elaborada por el Centro Regional de Estudios para el Desarrollo de la Sociedad de la Información (Cetic, vinculado al Comité Gestor de Internet de Brasil – CGI.br), muestra que el 84% de los hogares brasileños tienen acceso a Internet. Esto significa que el otro 16% está desconectado en plena revolución digital. Este grupo representa alrededor de 34 millones de personas.
Para mejorar el acceso a Internet en el país, a partir de agosto de 2023, los proveedores de acceso recibirán recursos del Fondo de Universalización de Servicios de Telecomunicaciones (FUST) a través del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES).
La regulación de la IA en la agenda
El avance de la tecnología lamentablemente no sólo ha traído usos beneficiosos para la sociedad. También ha provocado un aumento de los delitos cibernéticos en Brasil y en todo el mundo. La ley brasileña que define los derechos y deberes de los usuarios y proveedores de Internet, el Marco Civil da Internet, fue aprobada en 2014 y necesita una importante revisión ante los avances de las tecnologías digitales.
Con la IA generativa, Brasil comenzó a avanzar hacia la regulación con la Ley General de Protección de Datos (LGPD), que entró en vigor en 2020 y viene avanzando.
En 2023, esta ley ganó temas adicionales, como la publicación del Reglamento sobre Medición y Aplicación de Sanciones Administrativas. La primera multa fijada por la Autoridad Nacional de Protección de Datos Personales (ANPD) fue emitida en julio de 2023 y tuvo peso de advertencia.
En la agenda para 2024 hay un debate en el Senado cuyo objetivo es regular el uso de la IA en el país. En materia de salud, por ejemplo, la redacción actual del proyecto de ley ha sido ampliamente criticada por contener clasificaciones de riesgo que podrían impedir el avance del uso de la IA en el sector.
En términos más generales, también habrá que afrontar debates éticos en 2024: derechos humanos, prejuicios, derechos de autor, derechos laborales e incluso recortes de empleos y datos confidenciales. Todo esto es (pero no sólo) material para intensos debates.
Responsabilidad, transparencia y confianza son los tres pilares que sustentan la adopción de herramientas digitales. Excluye uno y todo se derrumba. En el ámbito sanitario, esto es aún más cierto.
Encontrar el equilibrio entre costes, avances y regulación de la IA en la atención sanitaria será una tarea continua. El año 2024 será el momento ideal para abrir y profundizar estos debates.
Claudio Lottenberg es Doctor en Oftalmología, Profesor y Presidente de la Junta Directiva de la Sociedad Benéfica Israelita Brasileña Albert Einstein, Facultad de Ciencias de la Salud Israelita Albert Einstein